Revista científica
de la Sociedad Española de Medicina Estética
Revista científica de la Sociedad Española de Medicina Estética

Técnicas para rejuvenecer el cuello mínimamente invasivas

Minimally invasive neck rejuvenation techniques

Autores

Introducción

Existen múltiples tratamientos que intentan mejorar la piel del cuello, entre los ellos la rehidratación, redensificación; eliminación de manchas y arrugas, o combatir la flacidez. En relación con el tratamiento de la flacidez, hay dos posibles técnicas para tratarla mediante procedimientos mínimamente invasivos1‑4. No obstante, cuando se presenta una relajación importante de las estructuras de la región del cuello es necesaria la cirugía estética para la obtención de un resultado satisfactorio, actuando a nivel del platisma y del exceso de piel5‑7.

Cuando los pacientes no presentan una flacidez excesiva de la zona, que justifique una intervención quirúrgica clásica del estilo de un lifting cervical o cérvico-facial, pueden emplearse técnicas como las que se describirán7,8.

Técnicas mínimamente invasivas

A) Placa dentada de ácido poliláctico

Figura 1
Figura 1. Placa Endotine Ribbon®.
Figura 2
Figura 2. Diseño de la zona para la implantación de la placa.

El dispositivo está compuesto en su totalidad de ácido poliláctico sólido con una reabsorción aproximada a los 4‑6 meses desde su colocación (Figura 1). Se trata de una lámina dentada en uno de sus lados y de aproximadamente de unos 11 cm de largo por 1 cm de ancho (Endotine Ribbon®). Su colocación es relativamente sencilla y se debe realizar siguiendo el protocolo de total asepsia quirúrgica, como cualquier implante, inyectable o no.

En primer lugar, se diseña un canal que abarca desde la inserción del esternocleido­mastoideo en la mastoides hasta la zona medial del cuello aproximadamente, en la línea del ángulo cérvico-facial (Figura 2). Es preciso anestesiar la zona mediante una solución de lidocaína con vasoconstrictor.

Figura 3
Figura 3. Disección del canal en el plano subcutáneo.
Figura 4
Figura 4. Inserción de las espículas en la fascia del platisma.

Posteriormente se realiza una pequeña incisión de unos 2 cm a nivel de la mastoides y se procede a disecar un pequeño canal en el plano subcutáneo para la posterior colocación del dispositivo (Figura 3). Una vez colocada la placa en su bolsillo se libera de su cápsula y se insertan las espículas en la fascia del platisma como puede verse en la Figura 4. Se continúa la intervención realizando una tracción hacia la mastoides, fijando la placa con una sutura a la fascia del músculo esternocleidomastoideo (Figura 5). Se realizará el mismo procedimiento en el lado contralateral.

Figura 5
Figura 5. Tracción de la lámina hacia mastoides y sutura a la fascia.

A continuación, se procede a cerrar la incisión y se realiza una compresión suave de la zona disecada. La lámina de ácido poliláctico se irá reabsorbiendo a lo largo de los siguientes seis meses, creando una fibrosis residual en toda la zona que, en teoría, perpetuará la tracción mecánica ejercida por la placa.

B) Mecanismo de sujeción elástica o técnica de Nefertiti

Figura 6
Figura 6. Sutura elástica Elasticum®.

La técnica consiste en la colocación de una sutura elástica (Elasticum®) compuesta de poliéster y silicona, que proporciona elasticidad, siendo un dispositivo no absorbible (Figura 6). Su colocación tiene como objetivo repartir la piel sobrante de la región del cuello, definiendo el ángulo cérvico-facial. El procedimiento se realiza igualmente con anestesia local, tras diseñar el túnel por donde pasará dicha sutura elástica (Figura 7).

Figura 7
Figura 7. Diseño del túnel por donde pasará Elasticum®.

Como en todos los implantes, el protocolo de asepsia ha de ser de rango quirúrgico. Una vez anestesiado el trayecto y realizada la incisión en la región mastoidea, se procede a fijar uno de los extremos de la sutura a la fascia de dicho músculo mediante un dispositivo-aguja que lleva incorporada esta sutura (Figura 8).

Figura 8
Figura 8. Fijación de uno de los extremos de la sutura a la fascia muscular mediante un dispositivo de aguja.

Posteriormente y sin hacer disección subcutánea, se realiza un canal por todo el ángulo cérvico-facial hasta el lado contralateral saliendo y entrando con la aguja en las zonas más convexas y manteniendo el mismo plano para que la sutura no haga retracciones dérmicas que pudieran hacerla patente con los movimientos del cuello (Figura 9).

Figura 9
Figura 9. Canalización subcutánea del ángulo cérvico-facial.
Figura 10
Figura 10. Sutura de la piel tras tensionar la sutura.

Cuando se alcanza el lado contralateral, se da tensión a la sutura para definir al máximo el ángulo cérvico-facial (Figura 10). Por último, se fija igualmente a la fascia del musculo esternocleidomastoideo, se sutura la piel y no necesita compresión. El resultado es inmediato (Figura 11), manteniéndose bien 3 meses después del procedimiento (Figura 12).

Figura 11
Figura 11. Resultado inmediato.
Figura 12
Figura 12. Resultado a los 3 meses.

En ninguno de los procedimientos se han registrado complicaciones significativas, salvo leves molestias durante los primeros siete días. Ambos procedimientos consiguen resultados satisfactorios, siempre que las expectativas, la técnica y el caso sean coincidentes, aun así, es preferible el último procedimiento debido a la mayor permanencia de los resultados en el tiempo9.

En el caso de existir un depósito graso importante en dicha región, se recomienda la liposucción mecánica previa o mejor aún la asistida por láser.

Conclusión

Ambas técnicas son válidas como procedimientos mínimamente invasivos para la corrección de la flacidez de la región del cuello, siempre que sea leve o moderada. Al ser una región anatómica de un movimiento de giro de izquierda-derecha y flexo-extensión de casi 180°, el dispositivo elástico ofrece mayores posibilidades de camuflaje, resistencia y por lo tanto durabilidad. La satisfacción con los resultados es mayor con el dispositivo elástico, tanto para los médicos como para los pacientes.

Bibliografía

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  4. Capurro S Jr. Patent PCT: Sheathed elastic surgical thread. 2002.
  5. Flórez M. Face Up Minilifting Subcutaneo no Chirùrgico con Suturas de Polipropileno. Praxis Medical Center. México. 2003.
  6. Fournier P. Le lifting invisible. Rev de Chir Est Francaise. 2003; 27:113.
  7. Fournier P. Histoire de l’aguille à deux Pointes. Rev de Chir Est Francaise. 2004; 28:115.
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  9. Yanai A, Fukuda O, Hirabayashi S. Double-tipped center-threading suture needle for subcuticular suturing. Plast Reconstr Surg. 1986 Sep;78(3):411‑3. https://doi.org/10.1097/00006534-198609000‑00024